Las iguanas marinas de Galápagos (Amblyrhynchus cristatus) son la única especie de iguana que ha evolucionado para vivir en el mar. No se encuentran en ninguna otra parte del mundo, lo que las convierte en una de las principales atracciones de las islas Galápagos. Su cola aplanada les ayuda a nadar y su piel rugosa a regular la temperatura corporal. Estos herbívoros están especializados en comer algas y han desarrollado un fascinante mecanismo para expulsar el exceso de sal a través de sus fosas nasales.
Durante la época de apareamiento, los machos cambian de color para atraer a las hembras. Las hembras ponen los huevos en madrigueras cerca de la costa y las crías se dirigen directamente al océano. Los esfuerzos de conservación han estabilizado sus poblaciones, aunque siguen siendo "vulnerables".
La vida y alimentación en el mar de las Iguanas Marinas de Galapagos
Empujándose a través de las olas, la iguana marina macho alcanza profundidades considerables bajo el mar donde el alimento es más abundante. Las hembras y las crías, en cambio, permanecen en la orilla alimentándose de la comida cercana.
Adheridas a las rocas submarinas, las algas, llenas de nutrientes, constituyen una comida abundante. Sin embargo, para poder comerlas, las iguanas marinas han desarrollado una cara plana. Su cara aplanada y redonda está perfectamente adaptada para dar a la iguana un mejor acceso a las algas incrustadas en las rocas y, poniendo sus largas garras a buen uso, las iguanas marinas se sujetan firmemente a las rocas resistiendo el embate de las olas mientras se alimentan.
A la hora de reproducirse, las iguanas marinas se desplazan a tierra firme. Aquí se produce un peculiar fenómeno durante la época de apareamiento que ha animado a algunos creativos visitantes a bautizar a los animales como "Iguanas de Navidad". En un esfuerzo por cautivar al mayor número posible de hembras, las iguanas machos cambian su color parcialmente y, en algunos casos, casi por completo. Dependiendo de la isla, las iguanas marinas macho pueden volverse de color verde brillante o rojo, como en las islas Española y Floreana, o rojo y negro en la isla Santa Cruz, o verde apagado y rojo ladrillo en la isla Fernandina.
Reproducción de las Iguanas Marinas
Las iguanas marinas hembras ponen sus huevos en madrigueras que excavan en arena blanda. Normalmente, las hembras ponen de 1 a 4 huevos por nido, que tardan 4 meses en eclosionar. Una vez nacidas, las iguanas marinas jóvenes no miden más de 3 a 4 pulgadas, lo suficientemente pequeñas como para hacerlas presa fácil de halcones, garzas, búhos y gatos, perros y ratas asilvestrados que se alimentan de huevos e iguanas bebés.
Amenazas y conservación
La depredación por especies introducidas por el hombre es una amenaza constante a la supervivencia de las iguanas marinas. Asimismo, fenómenos como El Niño calienta las aguas superficiales del océano Pacífico central y oriental, reduciendo el suministro de algas y disminuyendo la población de iguanas marinas, a veces hasta en un 85%. Aunque todavía no está en peligro de extinción, los científicos creen que la presión por sobrevivir es suficiente para considerar a la iguana marina una especie vulnerable.
Datos sobre las iguanas marinas
- La iguana marina macho puede perder hasta 10 °C de calor corporal una vez que se sumerge en las aguas. La misma pérdida de calor podría matar a un ser humano.
- Las iguanas pueden encoger su esqueleto durante una hambruna y volver a crecer cuando tienen comida.
- Las iguanas son negras y orgullosas, sobre todo porque su piel les ayuda a absorber mejor la luz del sol, por lo que están lo bastante calientes como para zambullirse en aguas frías.
- Las iguanas marinas no pueden respirar bajo el agua porque carecen de branquias, pero pueden aguantar la respiración hasta 30-40 minutos por inmersión.
- La iguana marina de las Galápagos es el único lagarto del mundo que nada y se alimenta en el océano. En resumen, son tan únicas como las Islas Encantadas en donde habitan.